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En los últimos años ha habido una serie de tendencias que se han extendido por nuestros espacios laborales debido a la extrema, pero inevitable, reforma del lugar de trabajo y cómo los empleados conectan con sus equipos. Desde la “gran renuncia” hasta la “renuncia silenciosa”, el núcleo de estas tendencias es que los empleados están sobrecargados de trabajo y no saben cómo mantenerse al día. Esto se traduce en una alta insatisfacción laboral, trabajadores que se sienten explotados y mal pagados, y una disminución en la productividad, lo que lleva a los trabajadores a renunciar o a “irse” de ahí, aunque todavía estén en el trabajo.
Los equipos de hoy en día tienen acceso a herramientas para todo, desde comunicación hasta análisis y gestión de proyectos, entonces, ¿por qué los empleados siguen luchando contra el agotamiento y la baja productividad? Es porque la cantidad excesiva de herramientas que las empresas están implementando no abordan la raíz de estos problemas, son simplemente funcionalidades. El resultado es que el 96% de los empleados no están satisfechos con las herramientas que les han sido proporcionadas para administrar su trabajo.
Ahora que el trabajo remoto e híbrido se han convertido en la norma, las herramientas laborales tienen que potenciar algo más que la capacidad de los empleados para trabajar desde casa. Tienen que incentivar la colaboración, gestionar las prioridades, fomentar la transparencia y maximizar la productividad.
Aquí hay tres cosas que toda herramienta laboral debería permitir a los equipos para administrar su trabajo de manera efectiva y mantenerlos comprometidos:
1. Priorizar el trabajo que importa
Cuando los empleados no saben qué proyectos y tareas son los más importantes para su equipo, todo se convierte en una prioridad. Y cuando todo es una prioridad, no se hace nada.
Piénsalo: si un gerente asigna una tarea sin fecha límite y sin indicación de la importancia que tiene para el negocio, depende de un empleado decidir qué tan prioritaria es. Esto generalmente significa que el empleado determinará la línea de tiempo de la tarea en función de cuánto disfruta de ella o cuánto tiempo le llevará, o incluso puede ponerla en espera hasta que su gerente se lo recuerde. Si dejas que hagan eso para cada tarea que tienen, harán malabares, lo que provocará que las prioridades sean aún más difíciles de administrar y podría afectar gravemente la productividad.
Según un informe reciente de Slingshot, el 21% de los empleados dicen que necesitan herramientas que vayan más allá de simplemente crear una larga lista de tareas pendientes y plazos, sino que les ayuden a priorizar las tareas que tienen mayor impacto.
Las herramientas laborales deben ayudar a los empleados a priorizar sus tareas y apoyar a los líderes para que les ayuden a hacerlo.
2. Hacer que los datos del negocio sean accesibles
La mayoría de los empleados no usan los datos para guiar sus decisiones comerciales, no porque no sepan lo importante que es, sino porque no tienen acceso a los datos que necesitan para hacerlo.
En la mayoría de las organizaciones, los datos se reparten en múltiples plataformas, canales y guardianes y requieren de análisis pesado. Como resultado, los equipos no tienen una visión ágil y holística de los datos que necesitan y con frecuencia deben de tomar decisiones basadas en instintos viscerales o en la persona más antigua o ruidosa de la oficina.
Una cuarta parte de los trabajadores (25%) mencionó la incapacidad de acceder a los datos empresariales para hacer su trabajo y tomar decisiones de manera efectiva como una de las cosas más importantes que frenan su progreso. Solo el 11% de los empleados dijeron que podían obtener información y tomar decisiones con sus herramientas actuales en el lugar de trabajo.
Los equipos de trabajo necesitan sus herramientas laborales no solo para que los datos que requieren para operar sean accesibles, sino también para ayudarlos —especialmente con antecedentes de datos limitados— a interpretar los datos. Cuando los empleados pueden integrar datos en todo lo que hacen, están facultados para identificar tendencias, evaluar rendimientos y pronosticar los mejores siguientes pasos para cada proyecto e impulsar mejores decisiones.
3. Reducir el trabajo invisible
Si le preguntaras a un empleado qué hace cada día, es probable que hable sobre los proyectos en los que está involucrado y de sus tareas diarias. Posiblemente no mencione el tiempo que pasan programando reuniones, cambiando de una aplicación a otra para encontrar contenido y hacer un seguimiento de las conversaciones, y el tiempo que pasa preparándose para el trabajo.
Por eso llamamos a esto “trabajo invisible”, porque es tiempo de trabajo dedicado a tareas en las que, muchas veces, los empleados ni siquiera se dan cuenta de que están destinando una gran cantidad de tiempo. Este tiempo podría dedicarse a tareas que hacen que su negocio se mueva hacia adelante.
El 26% de los trabajadores dice que uno de sus mayores desafíos es cambiar de plataforma a plataforma a lo largo del día. Este “cambio de aplicación” absorbe la productividad en lugar de motivarla y obliga a los empleados a reajustar sus líneas de tiempo y posponer tareas más críticas
Las herramientas laborales adecuadas no harán que los empleados pierdan su tiempo buscando contenido, chats, datos o plazos, sino que se integrarán con todo lo que los equipos necesitan. Cuando los equipos tienen todo en un solo lugar, eliminarán el trabajo invisible de su escritorio de una vez por todas e impulsarán una mayor productividad.
Muchos empleados pueden estar sobrecargados y abrumados, pero no tienen por qué estarlo. Las herramientas laborales pueden potenciar una mayor colaboración, productividad y gestión del trabajo: las empresas solo necesitan asegurarse de que están implementando las herramientas que ayudan a los equipos a hacerlo.
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